Uno de los factores más importantes, si no el más importante, para determinar las posibilidades de éxito en cualquier negocio o actividad profesional es la capacidad de comportarse correctamente con las personas. Incluso a principios de la década de 1930, Dale Carnegie observó que el éxito de un hombre en sus asuntos financieros, incluso en el campo técnico o de ingeniería, depende en un quince por ciento de su conocimiento profesional y en un ochenta y cinco por ciento de su capacidad para comunicarse con la gente. En este contexto, es fácil explicar los intentos de muchos investigadores por formular y justificar los principios básicos de la comunicación comercial ética o, como se suele llamar, los mandamientos de las relaciones públicas personales o «etiqueta comercial». La etiqueta empresarial o el proceso de supervivencia y éxito en el mundo de los negocios podría explicarse en los siguientes seis principios básicos:
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Puntualidad (hacer todo a tiempo). Los retrasos afectan el trabajo y son una señal de que no se puede confiar en una persona. El principio de hacer todo a tiempo se aplica a todas las tareas de servicio. Los expertos que estudian la organización y distribución del tiempo de trabajo recomiendan agregar un 25 por ciento adicional al período de tiempo que se requiere para realizar la tarea asignada.
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Privacidad (no revelar demasiado). En toda institución, sociedad o negocio particular existen secretos que deben guardarse con el mismo cuidado que los de carácter personal. Tampoco es necesario relatar a nadie que haya escuchado de un colega, supervisor o subordinado sobre su desempeño o vida personal.
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Cortesía, amabilidad y afabilidad. En cualquier situación es necesario comportarse con cortesía, amabilidad y benevolencia con los clientes, clientes, clientes y compañeros de trabajo. Esto, sin embargo, no requiere ser amigo de todas las personas con las que te comunicas en un entorno laboral.
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Atención a las personas (piensa en los demás, y no solo en ti). La atención a las personas que te rodean debe extenderse a los compañeros, superiores y subordinados. Respetar las opiniones de los demás; tratar de entender por qué han formado un punto de vista particular. Escuche siempre las críticas y consejos de colegas, superiores y subordinados. Cuando alguien cuestione la calidad de su trabajo, demuestre que valora las opiniones y experiencias de otras personas. La confianza no debe impedirte ser modesto.
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Apariencia (vestirse como se esperaba). El enfoque principal es adaptarse a su entorno de trabajo y, dentro de ese entorno, a su nivel de trabajadores eventuales. Debes lucir de la mejor manera, que es vestir con gusto, eligiendo colores a juego. La elección cuidadosa de los accesorios es importante.
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Alfabetización (hablar y escribir buen idioma). Los documentos internos o las cartas a agencias externas deben redactarse prestando atención al lenguaje correcto utilizado y todos los nombres propios transferidos sin errores. No use palabras abusivas. Incluso si solo cita las palabras de otra persona, se percibirán como parte de su propio vocabulario.